KUWAIT: La mera idea de enviar algo al espacio exterior puede resultar engorrosa para algunos, pero realizar el paso es mucho más difícil de lo que parece. En el caso de Kuwait Sat-1, el proceso tomó unas 1.000 horas de “sangre, sudor y lágrimas” para llevar lo que alguna vez fue una idea a la frustración, poniendo en marcha el viaje de Kuwait a las estrellas.
El primer satélite de Kuwait se lanzó con éxito al espacio el martes en lo que fue aclamado como un esfuerzo histórico en la creación de la industria espacial del país. Kuwait Sat-1 se lanzó a bordo del SpaceX Falcon 9 desde Cabo Cañaveral en el estado de Florida, EE. UU., en un esfuerzo realizado por la Universidad de Kuwait y financiado por la Fundación de Kuwait para el Avance de las Ciencias.
Una de las historias detrás de escena del proyecto fue la de Ali Al-Damkhi, jefe del equipo administrativo de Kuwait Sat-1. Al-Damkhi, especialista en geología, ciencias de la tierra y medio ambiente de Kuwait Sat-1, estaba paseando un día por el campus Khaldiya de la Universidad de Kuwait (KU) en dirección al departamento de geología, situado en la parte superior de la sección de física.
En lugar de dirigirse directamente a su destino, Al-Damkhi fue detenido por un anuncio de color púrpura de la Fundación de Kuwait para el Avance de las Ciencias (KFAS). El anuncio fue una especie de llamado a las armas por parte de KFAS para aquellos interesados en el «espacio». Al-Damkhi no pudo borrar eso de su mente a pesar de terminar su negocio en KU ese mismo día. Al desplazarse hacia abajo en su cuenta de Instagram, Al-Damkhi volvió a ver el anuncio y sintió que estaba destinado a unirse a esta misión. Aplicar al proyecto y ser aceptado después de la entrevista era un sueño para el joven Al-Damkhi y las palabras de la directora del proyecto, la Dra. Hala Al-Jassar, seguían resonando en su cabeza. Él y sus compañeros de proyecto eran, como dice el Dr. Al-Jassar, «totalmente responsables» del proyecto y tendrán éxito porque los jefes de Kuwait Sat-1 creían en «sus capacidades».
Las fases iniciales del proyecto implicaron una enorme cantidad de trabajo extenuante, pero Al-Damkhi, principalmente involucrado en la parte ambiental de la misión del satélite, se aventuró con valentía. A diferencia del viaje de Al-Damkhi a Kuwait Sat-1, Abdullah Al-Khatem no se guió por ese encuentro casi mágico con el anuncio de KFAS. Un miembro del equipo del proyecto y amigo de la infancia lo nominó para unirse a la misión. Al-Khatem, un entusiasta de la fotografía y trabajador voluntario, se encargó de informar a las masas sobre el proyecto a través de las redes sociales y de tomar fotografías relacionadas con el proyecto.
En el capítulo inicial de su vida universitaria, Al-Khatem se alejó de la ciencia para estudiar los medios y, por un giro del destino, volvió a la ciencia después de graduarse a través de un proyecto que utilizó sus talentos mediáticos. Inicialmente, la tarea en cuestión parecía enorme como una montaña por conquistar, pero gradualmente, con las manos amigas y el apoyo de los compañeros de equipo de Kuwait Sat-1, Al-Khatem encontró su ritmo, creyendo plenamente en el potencial real del proyecto a pesar de sus dudas en primero.
(Kuwait Times)