El 15 de agosto de 1945 Corea logró la independencia poniendo fin a la ocupación militar de Japón (1905-1945). La gran guerra antijaponesa del pueblo coreano fue registrada en la historia como la primera guerra de liberación nacional en que los pueblos oprimidos coloniales, con armas en sus manos, derribaron por propia cuenta a las fuerzas invasoras imperialistas.
A inicios del siglo XX, no solo en Asia sino en diversos continentes se libraron vigorosamente las luchas de las masas populares oprimidas para derrocar la dominación colonial de los imperialistas y lograr la independencia nacional.
En junio de 1930 el gran Líder Kim Il Sung presentó el lineamiento de lograr la causa de emancipación nacional no con el apoyo en las fuerzas foráneas ni por vía pacífica, sino a través de la lucha armada de sus propias fuerzas; inició la guerra antimperialista y sin retaguardia estatal ni ayuda ajena derrotó al imperialismo japonés logrando la histórica causa de liberación nacional. Este acontecimiento no solo sirvió del motivo trascendental para el forjamiento del destino de la nación coreana sino también de ejemplo para la lucha antiimperialista de los pueblos oprimidos del mundo.
El presidente Kim Il Sung no vaciló un instante para ofrecer ayudas materiales y espirituales a muchos pueblos del mundo que se levantaron en la lucha por la independencia nacional, y contribuyó al forjamiento del destino de la humanidad progresista.
A principios de la década de 1960, Samora Moises Machel, joven mozambiqueño quien emprendió el camino de lucha por la liberación nacional, se informó de la historia de guerra antijaponesa librada por el Presidente Kim Il Sung. Convencido de que si lucharan con armas confiando en las fuerzas de su pueblo podían vencer a cualquier enemigo por muy fuerte que sea, amplió en corto tiempo las filas armadas con sus compañeros y logró ciertos éxitos, pero era arduo aun el camino hasta la independencia.
Machel pensó que el único camino para convertir la situación desfavorable en la favorable y pasar de la frustración a la ofensiva era visitar la Corea socialista.
Las enseñanzas valiosas del Presidente Kim Il Sung sobre la lucha armada le sirvieron de gran fuerza, quien a su regreso libró con mayor intensidad la lucha guerrillera y logró al fin la independencia del país.
En la tribuna del acto del festejo de la independencia nacional que puso fin al dominio colonial de más de 200 años, Machel dijo a toda voz que gracias a las enseñanzas del Presidente Kim Il Sung han podido romper la cadena que tenía atados sus pies y liberarse del destino de esclavos, y que en nombre de los antepasados que habían derramado sangres por la emancipación nacional la nación debería agradecer infinitamente al Presidente Kim Il Sung.
Si bien con el fin de la Segunda Guerra Mundial muchos países alcanzaron la independencia, ¿ por qué la liberación de la nación coreana atrae especial atención en el acontecer del mundo? He aquí la respuesta de una personalidad internacional: “Eso se debe a que la emancipación de Corea dio influencia no solamente al desarrollo independiente del pueblo coreano sino también al cambio del mundo. En el centro de este cambio ha estado el Presidente Kim Il Sung. El siglo XX ha sido el proceso de cambio del mundo con la idea del Presidente Kim Il Sung”