Los jóvenes de Kuwait recurren cada vez más al teatro como plataforma para mostrar su talento y creatividad, lo que hace que las representaciones teatrales sean una tendencia en alza en la escena artística local. En una entrevista con actores jóvenes que recientemente protagonizaron la obra inspirada en Shakespeare Children of the Time Machine, Kuwait Times exploró cómo su experiencia les permitió asumir papeles complejos, perfeccionar sus habilidades actorales y conectarse con el público a un nivel más profundo.
Bajo los focos del escenario del Centro Cultural Yarmouk, la obra, dirigida por Hamad Al-Jenaie y coescrita por Nader Abdullah, fue más que una actuación; fue un viaje de creatividad, dedicación y pasión. Al-Jenaie vio Children of the Time Machine como algo más que un espectáculo y la describió como una historia profundamente humana sobre la resiliencia, la conexión y el poder de la elección.
“Traer esta visión al escenario ha sido un verdadero testimonio del poder de la colaboración, la creatividad y la resiliencia”, dijo Al-Jenaie a Kuwait Times. “Cada actor aportó una energía única a su papel, y mi objetivo era guiarlos para que encontraran autenticidad y conexión en sus interpretaciones. Hubo momentos de profundo descubrimiento durante los ensayos, donde un cambio sutil en el movimiento o un cambio en la interpretación transformaron una escena por completo”.

Más allá de sus actuaciones y su elaborada producción, Children of the Time Machine transmitió un mensaje que resonó en su público. “Esta obra es más que una historia sobre viajes en el tiempo”, explicó Al-Jenaie. “En esencia, trata sobre los lazos que nos mantienen unidos, el coraje de enfrentar lo desconocido y la esperanza de un futuro mejor. Nos recuerda que, sin importar la época o las circunstancias, la conexión humana y la resiliencia perduran”.
La producción no solo requirió una actuación sólida, sino también transiciones fluidas entre períodos históricos, lo que exigió que el elenco encarnara diferentes épocas con precisión y emoción. Essa Haitham, quien interpretó al enigmático Aurion, encontró el papel desafiante y gratificante a la vez. “Interpretar a Aurion fue una experiencia fascinante que me ayudó a analizar y comprender la profundidad de los personajes cambiantes”, dijo. “La mejor parte fue reunirme con mis colegas y nuestro mentor, Al-Jenaie. Desencadenó un viaje que siempre nos recordará cómo viajamos a través del tiempo”.
Tras bambalinas, el equipo trabajó incansablemente para crear decorados intrincados y garantizar que el público sintiera cada cambio de tiempo. Para Nader Abdullah, que no solo coescribió el guion sino que también interpretó al Dr. Elias Franklin, ver cómo la obra cobraba vida fue un momento decisivo. “Pude ver a nuevos actores desarrollar su talento y juntos montamos un espectáculo maravillosamente entretenido”, dijo. “La mejor parte para mí fue presenciar cómo el elenco daba vida al guion en el que invertí incontables horas”.
Ali Abdullah, que asumió el papel del formidable Vargak, aceptó la complejidad del personaje. “Vargak no se trata solo de personificar el poder; se trata de descubrir la profundidad que lo hace inolvidable”, dijo. “Un gran agradecimiento a Al-Jenaie, al elenco y al equipo por su arduo trabajo y dedicación. ¡El cielo es el límite!”. Kerem, que interpretó a Howard Franklin, llevó el peso de interpretar a una de las figuras centrales de la obra.

“Al principio tenía dudas, pensando que no haría justicia a este papel”, admitió. “Pero estaba decidido a demostrarles a quienes me subestimaban que estaban equivocados. Como actor de teatro menor de edad, no quería que me tomaran a la ligera debido a los estereotipos sobre mi edad. Esta última actuación fue la mejor que he dado, gracias a mis increíbles compañeros de elenco que siempre me apoyaron. Sin importar nuestras edades o antecedentes, confiamos los unos en los otros y nos convertimos en una familia”. Cuando cayó el telón y el público estalló en aplausos, quedó claro que Children of the Time Machine había hecho más que entretener: había dejado un impacto duradero. Fue una producción que, como el tiempo mismo, sería recordada mucho después de la despedida final.
